martes, 15 de marzo de 2016

domingo, 13 de marzo de 2016

AGRADECIMIENTO POR EL CURSO GAFE

PLANTILLA PARA LA CALIFICACIÓN DE LOS ALUMNOS DE 3º DE ESO

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN DE UN CASO POLICIAL


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(Gastón Leroux)

 El tío Jacques, ayudante del profesor Stargerson, relata el misterioso y brutal ataque recibido por su hija a manos de un agresor desconocido y que la deja gravemente herida.

Serían las doce de la noche y yo me encontraba en el laboratorio, donde el Sr. Stargenson seguía trabajando cuando ocurrió el caso. La Srta. Mathilde había trabajado con su padre hasta las doce; cuando sonaron las doce campanadas en el reloj de cuco del laboratorio, se levantó y dio un beso al Sr. Stargenson, deseándole buenas noches. Me dijo: “Buenas noches, Tío Jacques”, y empujó la puerta del cuarto amarillo, cerró la puerta y echó el cerrojo. Fue idea de la señorita eso de pasar los meses de calor en el pabellón; le parece más alegre que el castillo, y en los cuatro años que lleva allí, nunca deja de instalarse en cuanto llega la primavera. Cuando llega el invierno, la señorita vuelve al castillo, porque en el cuarto amarillo no hay chimenea.

Así pues, el señor Stangerson y yo nos habíamos quedado en el pabellón. No hacíamos ningún ruido. Destaco que no hacíamos ningún ruido, pues por eso el asesino debió pensar que no hacíamos ningún ruido. Y, de repente, cuando el cuco dio las doce y media, un clamor desesperado salió del cuarto amarillo. Era la voz de la señorita que gritaba: “¡Al asesino!”....¡Socorro!....¡Papá!”

Como puede imaginar, el señor Stangerson y yo nos lanzamos de un salto hacia la puerta. Pero ¡ay! estaba cerrada por dentro, pues la propia señorita había echado la llave y el cerrojo. Intentamos derribar la puerta, pero era demasiado sólida. El señor Stangerson estaba como un loco, y de verdad era para estarlo, pues oíamos a la señorita que gemía con la muerte en su voz: “¡Socorro!....¡Socorro!”. El señor Stangerson daba golpes terribles contra la puerta, y lloraba de desesperación, de rabia y de impotencia.

Entonces tuve una inspiración. “El asesino habría entrado por la ventana”, pensé. “¡Voy a la ventana!”. Y salí del laboratorio corriendo como un loco.

Lo malo es que la ventana del cuarto amarillo da al campo, de modo que la tapia del parque que se prolonga hasta el mismo pabellón me impedía llegar enseguida a la ventana. Para llegar allí, primero había que salir del parque. Corrí por la parte de la reja y, en el camino, me encontré con Bernier y su mujer, los porteros, que acudían atraídos por las detonaciones y los gritos. En dos palabras los puse al corriente de la situación; dije al portero que fuera a reunirse enseguida con el Señor Stangerson y ordené a la mujer que se viniera conmigo para abrirme la reja del parque. Cinco minutos más tarde, la portera y yo estábamos delante de la ventana del cuarto amarillo. Había una hermosa luna, y vi  en seguida que no habían tocado la ventana. Los barrotes seguían intactos, y las contraventanas detrás de los barrotes también estaban cerradas, tal como yo mismo había cerrado la víspera, y habían quedado tal como yo las dejé, sujetas por dentro con una aldabilla. Así pues, el asesino no había podido pasar por allí y no podía escapar por allí, ¡pero yo tampoco podía entrar allí!

¡Esa era nuestra desgracia! Era para volverse loco: la puerta del cuarto, cerrada con llave por dentro; los postigos de la única ventana, cerrados también por dentro, y, por encima de los postigos, los barrotes intactos, unos barrotes por los que no cabía ni un brazo...¡Y la señorita seguía aullando, pidiendo socorro! ..  Un fuerte disparo, y ya no la volvimos a oír. Podría haber muerto ya. Pero, al fondo, el padre continuaba intentando derribar la puerta.

La portera y yo echamos a correr de nuevo y volvimos al pabellón. La puerta seguía en pie, a pesar de los golpes terribles del Señor Stangerson y de Bernier. Por fin cedió bajo nuestros furiosos esfuerzos, y ¿qué vimos entonces? La portera se había agenciado una lámpara potente que iluminaba todo el cuarto.

El cuarto amarillo es muy pequeñito. La señorita lo había amueblado con una cama de hierro bastante ancha, una mesa pequeña, una mesilla de noche, un tocador y dos sillas. A la luz de la lámpara vimos a la señorita, en camisón, tirada en el suelo y con un desorden increíble. Mesas y sillas caídas indicaban que allí había habido una fuerte pelea. Con toda seguridad habían sacado a la señorita de la cama; estaba llena de sangre, con terribles marcas de uñas en el cuello- tenía el cuello casi destrozado por las uñas -, y con un agujero en la sien derecha, de donde corría un hilo de sangre que había formado un pequeño charco en el suelo. El señor Stangerson se echó sobre su hija, abrazándola y llorando a grandes gritos. Nosotros buscamos al asesino...¿Pero cómo explicar que ya no estaba allí, que había escapado?...Esto sobrepasa lo imaginable. Nadie debajo de la cama, nadie detrás de los muebles, nadie. Sólo encontramos unas huellas, las huellas ensangrentadas de una ancha mano de hombre en las paredes y en la puerta, un gran pañuelo rojo de sangre, sin ninguna inicial, una vieja boina y las marcas recientes en el suelo de muchos pasos de hombre. El hombre que había andado por allí tenía los pies grandes y las suelas de los zapatos dejaban una especie de hollín negruzco. ¿Por dónde había entrado ese hombre? ¿Por donde había escapado? No hay chimenea en el cuarto amarillo. La puerta es muy estrecha y por ella entramos la portera con la lámpara y yo. Tras la puerta medio derrumbada contra la pared no podía disimularse nada, como de hecho comprobamos. Nadie había podido escapar por la ventana....¿Entonces? ¿Entonces? ...Yo empezaba creer ya en el diablo.

 En el suelo descubrimos un revólver tirado; al examinar las balas comprobamos que el asesino había disparado dos veces; bajo la mesilla, un gran hueso de animal, probablemente un cordero, empapado en sangre.

  1. Con estos elementos, fijándote en el dibujo,  ahora vais a ser vosotros los investigadores: redactar por parejas una posible hipótesis explicativa del caso y que encaje bien en la historia.